La orden de busca y captura figura en los archivos policiales, de forma que, ante cualquier identificación de la que pueda ser objeto —sin necesidad de que delinca de nuevo—, al figurar la reclamación, sería detenido de inmediato y puesto a disposición judicial. Esta reclamación contra «El Rafita» significa que los agentes disponen de pruebas suficientes para imputarle uno o varios hechos delictivos. En este caso, serían el de pertenencia a banda criminal, robo con fuerza, robo de vehículo y daños