Con la posible excepción del lugar donde desempeñamos nuestras tareas habituales, la mayoría de nosotros pasamos más tiempo en nuestras casas que en cualquier otro lugar. Justamente es allí donde el índice de delitos ha golpeado duro, cuadruplicándose los robos a propiedades en estos últimos tres años.

No pocos medios de comunicación dan cuenta día a día de diversos hechos delictivos perpetrados en viviendas particulares. Ello tiende a generar la triste impresión de que no hay lugar seguro, lo cual no deja de ser decepcionante. Toda época planteó sus propios riesgos y la que nos toca vivir ha creado algunos nuevos verdaderamente alarmantes. El delito violento es un ejemplo más que válido y actual.

Los robos en barrios residenciales constituyen un tema sumamente preocupante para quienes en ellos habitan pues, frecuentemente el intento, o la violación de un domicilio con fines de robo culmina en algún hecho de sangre. A semejanza de la mayoría, Ud. también está preocupado por la delincuencia y hace bien. Si está leyendo este libelo es porque necesita soluciones concretas, no teorías ni buenas intenciones. Aquí encontrará algunas medidas de prevención para hacer su casa más segura. Pero Ud. también deberá poner algo de sí.

Sin importar el tipo de delito, para poder prevenirlo debe adoptar tres medidas básicas:

  1. Cambiar su forma de pensar.
  2. Dificultar el objetivo
  3. Modificar sus conductas habituales.

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