1. Analice todos los archivos que se descargue a través de las redes de intercambio de ficheros.
2. No comparta software ilegal ya que incurriría en un delito.
3. Ejecute el cliente P2P en una sesión de usuario con permisos limitados para aislarlo de otros componentes críticos del sistema.
4. Modifique el nombre de las carpetas de descarga ya que muchos códigos maliciosos buscan rutas fijas para replicarse.
5. Preste atención a la extensión de los ficheros que descarga, podrían indicar amenazas (por ejemplo, una imagen nunca tendrá extensión .exe).