El Comando de la Policía en nuestro país, nos afirma que detrás del fraude o robo electrónico, se encuentran funcionarios de bancos o de empresas comerciales, se los llama “ladrones de cuello blanco».

Testimonio Real.- Ramiro P. Gutierrez, Empresario exitoso en nuestro medio, fue una víctima de clonación de su tarjeta de debido el pasado 31 de Diciembre al utilizar un cajero automático de la Av. Monseñor Rivero de nuestra ciudad. Al día siguiente, quiso realizar una nueva transacción, pero grande fue su sorpresa que su cuenta indicaba que se había excedido del límite de retiros diarios.

Gutierrez revisó su estado de cuenta a través de la banca por internet y se dio cuenta de que faltaban alrededor de 10.000 Bolivianos, y se podía apreciar las últimas transacciones, las cuales él no había realizado. “Inmediatamente me comuniqué con el banco, por ser una fecha de feriado, sólo se podía realizar el bloqueo de la tarjeta, posteriormente me dirigí a sentar la denuncia correspondiente. Debí esperar que pasara el feriado para ir al banco y presentar mi queja formalmente, afortunadamente contaba con seguro contra Robo de Dinero por Tarjetas de Débito y Crédito”.

Ésta es sólo una de las tantas historias que se repiten diariamente en nuestra ciudad y no todos tienen la misma suerte. Actualmente, ésta modalidad de robo se ha incrementado de gran manera, y a llegado a superar el número del año 2010, tanto que entre 28 y 30 personas acuden diariamente al comando de la Policía a denunciar la clonación de sus tarjetas. La cifra es alarmante y se sabe que solo el 2%  de las víctimas denuncian estos hechos.

Fraudes electrónicos

Cuando se habla de fraude electrónico, hay una gran cantidad de delitos que entran en este tema, sin embargo la Superintendencia de Bancos y Entidades Financieras (SBEF), determinó que hay cuatro principales que afectan a cientos de bolivianos. El primero es la clonación tarjetas de crédito y débito, esto se logra mediante la duplicación de la información que tienen las bandas magnéticas de las tarjetas. Utilizando un skimer o máquina «pescadora».

El segundo es el Phisihng, los delincuentes se hacen pasar por funcionarios de una empresa para obtener datos financieros con los que cometen el fraude. Asimismo, está el Phising telefónico, se trata de un correo electrónico falso en el que el cliente carga sus datos personales con los que se consigue el acceso a la banca electrónica; mientras que los jackers ocupan el último lugar y son personas con la capacidad de entrar a las cuentas financieras para tomar la información que necesitan y cometer el delito.

Clonaciones en comercios

Las empresas comerciales también son blancos para realizar estos fraudes. Las tarjetas de crédito o débito en lugar de ser ingresadas por los ingresos automáticos, son deslizadas por aparatos que guardan que scanean o graban, la que luego es grabada en la banda magnética de la tarjeta falsa.

Los cómplices de estos hechos, son empleados de las mismas entidades o comercios. El Servicio de Inteligencia de la Policía, encargada de éste tema, explicó que cuando se trata de funcionarios de las entidades bancarias o de los negocios comerciales, se trata de “ladrones de cuello blanco”. De acuerdo al “Profile” de estas personas, son muy calculadores y analíticos, casi nunca discuten y no les gusta ser centros de atención, y mayormente hay complicidad ente 3 ó 4 personas.

Proceso de clonación

1) La tarjeta original es ingresada a través de un “skimer” o magnetizador. La máquina copia la información que contienen las bandas magnéticas.

2) Ésta información es descargada en un computador, y guarda los números que permiten ingresar a una cuenta bancaria.

3) Mediante un software especial, la información es grabada en una nueva tarjeta que se encontrará lista para ser usada por los fraudulentos.

Otra artimaña usada por los delincuentes que se dedican a la clonación de tarjetas, es la de colocar carcasas en los cajeros automáticos. Dentro de los supuestos cajeros, está el skimer o magnetizador que duplicará la información. Fuentes de la Policía revelan que en varias oportunidades se han encontrado estas carcasas, son exactamente iguales, “Parecen cajeros reales”.

En esta situación, ¿Qué debemos hacer?

– Cuando el cliente tiene conocimiento de que fue robado, debe comunicarse inmediatamente con el banco del que es usuario para realizar el bloqueo de la tarjeta.

– Debe apersonarse por la entidad bancaria con una carta explicando el problema, y de ser posible portar el último comprobante de débito del cajero automático.

El encargado del banco lo buscará en el sistema y le pedirá que reconozca las transacciones realizadas por su persona, asimismo podrán identificar el retiro de los delincuentes, del lugar y cuando fueron realizadas.

–  El banco iniciará la investigación y así comprobar de que realmente ha sido víctima de un robo, una vez terminada la investigación y determinada la sustracción,  se procederá al reintegro del dinero.

– Si se tratara de una clonación de tarjeta de débito, el monto sustraído se reflejará en la cuenta, pero estará bloqueado hasta que se compruebe el robo.

– En el caso de una tarjeta de crédito, el monto no se tomará en cuenta para el pago de la cuota mensual a cancelar, ni para el cálculo de los intereses.

¿Cómo evitar ser clonado?

– No perder de vista su tarjeta a la hora del débito.

– Es preferible apersonarse a un cajero automático en un lugar donde haya buena iluminación y se pueda presenciar cualquier anormalidad.

– Sospechar si la transacción dura más de 10 minutos.

– No centralizar todos sus fondos en una sola tarjeta de débito.

– Si el lugar no intuye confianza, abstenerse a la transacción.

– Al utilizar cajero automático, asegúrese de que no haya dispositivos añadidos: tienen que estar adheridos en ingreso de la tarjeta.

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